martes, 14 de abril de 2015

Restaurante Malacatín (1895)

Restaurante Malacatín

El restaurante Malacatín, referente de la cocina popular madrileña, se encuentra en la calle de la Ruda, 5, en pleno Madrid histórico, a unos metros de la plaza de Cascorro, en el nucleo central del Rastro.

En 1893 llega a Madrid, con ganas de comerse el mundo, Julián Díaz, procedente de Horcajo de Santiago (Cuenca) a casa de unos conocidos que regentan un pequeño negocio de bebidas, comenzando como chico de los recados.

Al cabo de dos años, 1895, se considera preparado para independizarse y se establece en un encierro de la calle de la Ruda número 5, donde no hay agua ni luz de gas. Con faroles de aceite alumbra la pequeña tienda de vinos que levanta el cierre a las seis de la mañana siendo sus "parroquianos", panaderos, traperos, albañiles..., los que consumen copitas de aguardiente de hierbas, de limón y el "suave".

Ya casado con María, la mujer que le dio 12 hijos de los cuáles sólo dos varones, continúa con éxito su pequeño negocio que ya era conocido por "las chicas", féminas que, por el número, allí habitaban y lo despachaban.
Restaurante Malacatín
Restaurante Malacatín

Casi todos los días solía visitar el lugar un pobre cuya única obsesión era su guitarra y que se le conocía por Malacatín, siendo de la simpatía del personal y del propietario del local. Dicho mendigo tan solo contaba en su repertorio con una simple melodía: "Tin, tin, tin, Malacatín tin,tin,tin" pero con la que conseguía sus copitas de vino de parte del señor Julián por lo que éste pasó a ser Julián el de Malacatín.

Pasaron los años, hasta que el señor Julián cedió el testigo a la menor de sus hijas, Florita, que una vez casada con Isidro, deciden ponerle un nombre comercial a su negocio; y que mejor nombre que el de aquel mendigo y su familiar historia: Malacatín.

Son los años cincuenta y esta pareja de madrileña y leonés deciden mejorar su negocio, sumando al vino y copas de licor, freidurías y más tarde la cocina.

Con esta cocina llevaron el cocido hasta su más alto nombre, con el que continuó triunfando su hija Conchi que hizo de este negocio su pasión. Ella fue sin duda el eslabón perfecto, el nexo de unión entre las distintas generaciones, que cedió el testigo de la herencia gastronómica a su único hijo, Jose Alberto, quien hoy en día, tras 120 años del origen de aquella taberna del Sr. Julián, continúa tratando a sus clientes con familiaridad y agrado al igual que en su día hicieran con el mendigo Malacatín.

Restaurante Malacatín
Restaurante Malacatín

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